Luego del opulento desayuno del cual he contado en el Blog del día 52 me puse en camino hacia Brasov. Fue uno de esos días en los cuales me costó motivarme y hubiese deseado tener compañía de viaje. Sin lugar a dudas, los tramos pedaleados con alguien son mas amenos, el día estaba gris y mi “Weather-Pro-APP” pronosticaba 90% de probabilidad de precipitaciones. Antes de dejar el pueblo Sinca Veche, hice unos 2 kms hacia la montaña para visitar la “Biserica Rupreste“una capilla ortodoxa romana escarbada en la roca. Había muchos peregrinos ya que los Rumanos son muy creyentes. Dentro de la misma aparte de los tradicionales “Iconos”comúnmente usados por las iglesias (Bisericas) ortodoxas se hallaban miles de papelitos con oraciones o pedidos personales incrustados en toda grieta que la roca ofrecía. Visto esto, me esperaban unos 58 km mayormente de ruta nacional, lo cual no me alentaba demasiado. Unos pocos tramos los hubiese podido evitar siguiendo atajos de rutas alternativas pero vista la meteorología no quise aventurarme una vez mas a meterme en calles embarradas o tramos impasables como días atrás.
A pocos kms de hecho, la lluvia se hizo presente y me siguió, con diferentes intensidades, todo el trayecto hasta llegar a la ciudad de Brasov.
Por primera vez, y eso es lo bueno de estar bien equipado, me puse la campera impermeable (hasta ahora venia usando un poncho impermeable) ya que el poncho en la ruta me tapaba el espejo retrovisor y me ofrecia mayor resistencia al viento. Fue una buena elección. Visto también la escasa visibilidad he reconectado mis luces y si hubiese tenido una luz azul giratoria me la hubiese también puesto esta sobre el casco.
Para mi gran sorpresa, la ruta en todo su trayecto se presentaba con una banquina asfaltada de medio metro lo cual fué un gran alivio y el trafico, siendo un sábado no era tan intenso como esperado. Resumiendo: no deje en ningún momento la ruta y el viaje fue, pese a la intensa lluvia y algunas subidas bravas que me toco descender y empujar la bicicleta, bastante agradable. Cada 15 km aproximadamente el paisaje cambiaba de colores, de vegetación y de orografía.
Heme aquí en Brasov cuyo nombre Alemán es Kronstadt, una ciudad que se remonta al AD 1100 y que fuere el centro mas importante de Transilvania. Una ciudad dividida entre la “Citadela” o ciudad vieja dentro de las murallas fortificadas (como protección a los ataques Otomanos) y la ciudad circunstante. Sus características arquitectónicas son similares a las otras ciudades transilvanas como Sibiu y con un carácter indiscutible Sajón (alemân).
Si te interesa saber mas sobre esta ciudad, he aquí un Link. Es sin dudas una de las ciudades mas visitadas de Rumania y una joya histórico cultural sin precedentes.
La historia de Conde Dracula, la cual bien poco me interesa, habiendo sido este solamente una figura literaria, me llevaría mucho tiempo contarla. Se ha ambientado en el pueblo de BRAN, a unos 30 Kms de Brasov. El conde Vlad III fué un príncipe de la Walachia (región meridional de la Rumania, limítrofe a Transilvania) ha existido y su (mala) fama es merito de sus atrocidades cometidas, las cuales pero para su época deben ser medidas con otras varas de las que usamos hoy en día.
He aqui un resumen de fotos y la totalidad de las mismas las encuentras bajo la galería de fotos.
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