La ciudad portuaria de Tulcea fue una posta obligatoria ya que los barcos del y hacia el Delta no navegan todos los días. Esto me sirvió para ponerme al día con el Blog y con la programación de los próximos días. La ciudad misma no reluce por su belleza. Resaltan los grandes edificios de la era comunista como podrán apreciar en las fotos, pero su gente parece ser amable. Aquí han convivido en la historia y lo hacen aún en día varias etnias diferentes. Judíos, Turcos, Eslavos (Búlgaros y Ucranianos) Rumanos y Gitanos (Roma).
Hoy puntualmente a las 13.30 zarpó el catamaran de la Linea NAVROM el cual luego de tres horas de viaje por el brazo sur del Danubio atracó en el puerto / muelle del pueblo de Sanftu Gheorghe a pocos metros de la desembocadura de este río en el Mar Negro el cual he podido ver a distancia. Mañana haré una exploración.
He alquilado para dos noches un pequeño bungaló, el cual esta bien equipado, es muy simple pero con una falta total de higiene que me cuesta tocar con las manos cuanto esta a mi alcance. El padrón de casa es un isleño de avanzada edad y tan atento y cordial que no me atrevo a cambiar de alojamiento, habiendo unas cabañas 4 estrellas a pocos metros de aquí por solo 10 euros mas.
Sin haberlo pedido me ha servido de todo corazón una merienda, la cual no sé donde esconder o hacerla desaparecer para no ofender. Que fea situación. Será que soy medio frufrú? Llevo dos horas sentado haciendo equilibrio en una silla sin saber donde apoyar mis cosas. Enfín, probablemente se me presentarán ya situaciones mucho peores a lo largo del camino por lo cual, terminado de escribir esto, me armaré de coraje. El piso al menos ya lo he barrido.
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