Aktau fue fundada por ingenieros soviéticos tras el descubrimiento de importantes yacimientos petroleros en la región. Por haber sido inicialmente una ciudad militar, las calles de la ciudad no tienen nombres formales; todas las direcciones de Aktau están constituidas por tres números: el número de manzana, el número de edificio y el número de apartamento.
Irónicamente, además de ser un polo de desarrollo de uranio y tecnología nuclear, la ciudad también era un importante centro turístico para la elite soviética.
En 1964, el nombre de la ciudad fue cambiado a Shevchenko (Шевченко) en honor al poeta ucraniano Taras Shevchenko, quien había sido enviado a este asentamiento remoto debido a sus actividades políticas liberales. La ciudad fue renombrada con su nombre original en 1992, cuando Kazajistán se independizó de la Unión Soviética.
Aktau fue en su momento el sitio de localización de una central nuclear. El reactor BN-350 se puso en marcha en 1973, y fue desactivado en 1999. Además de proveer de energía eléctrica a la ciudad, el BN-350 se utilizaba también para la producción de plutonio y para la desalinización del agua con que se abastecía el asentamiento.
En Aktau me acoge Andrey, un Kasajo joven que viajó por todo el mundo, lo cual lo marcó en su apertura mental y conocimientos de todo tipo. Es mi host de Couchsurfing por los siguientes días. Me ayuda a organizar mi billete de tren, comprar una tarjeta sim para internet y me pone todo un departamento a mi disposición. Amit es un inmigrante Hindú, otro host de Couchsurfing que me invita a cena e intercambiamos muchas historias de viaje y de vida.
Me quedo en esta ciudad unos 4 días, menos por los atractivos de la misma, pero en espera del tren que me llevará a Uzbekistan.
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