La decision de hacer la etapa del día de hoy en tren estaba ya tomada hace algunos días. Al no contar con rutas secundarias y verme obligado a viajar por la ruta nacional, la cual muy estrecha me llevó a tomar esta decisión. La experiencia del día 45 me ha dejado aún tambaleando y con el temor en los huesos.
Fué una aventura también esta, ya que los trenes no son tan nuevos y los andenes muy bajos lo que significa tener que subir la bicicleta con sus casi 40 kilos por una puerta angosta y peldaños que cuestan subirlos aun sin ningún equipaje. Un señor mayor que me observó llegar por la ventanilla me vino en contra para ayudarme y así he podido subir y también bajar en destino, gracias a su ayuda. El hablaba italiano y con una voz eléctrica, ya que la pobre alma, tenia hecha una traquetomía y comunicaba por un aparato electrónico.
Sibiu / Hermannstadt (su nombre alemán y aún de uso oficial) me está dejando a boca abierta, su patrimonio cultural, su arquitectura y como lo viene haciendo ya desde mi llegada en Rumania, la amabilidad de la gente. Entablo conversaciones por doquier, y noto el orgullo que sienten cuando, sin exagerar, los felicito por su linda tierra y su gente. Es una de las últimas naciones entradas en la union Europea, un poco castigada su imagen en el extranjero por prejuicios y por que se los asocia en el resto Europeo solo con los Roma (Gitanos). Pero eso es un tema aparte y tampoco merece una generalización, sino que debiera dedicársele todo un capitulo, ya que es otro pueblo al cual se lo ha históricamente siempre maltratado y jamas reconocido. Que llegó primero? el huevo o la gallina?
Sobre la ciudad de Sibiu o Hermannstadt podré contar mucho mas el día de mañana ya que espero poder hacer una visita guiada (Walkingtour) por lo que mañana será mi día de reposo ciclístico.
A continuación una previa fotográfica del día de hoy.
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