Hoy si que le doy hasta Bulgaria. La frontera esta a menos de 100 kms. Bueno, haremos una pequeña pausa en el pueblo de Costinesti, a visitar a Bogdan, un tipo Rumano que conoci por Couchsurfing. Solo sabía de el que hablaba algo de castellano y que era un hincha del Huracan, tanto es así que lleva el globo tatuado en su brazo derecho. Media hora antes de llegar lo llamé y tuve suerte ya que estaba en su casa y andaba con tiempo. -Vale, en media hora paso por tu casa y me cuentas.
Un personaje? es decir poco. Bogdan tiene unos 32 años y vive con su mujer y su nene Luca de cuatro años en Costinesti. A pocos metros de su casa lleva un pequeño Hotel / Pension con sus padres. El trabajo se concentra a unos pocos meses en verano pero parece ser rentable. El resto del tiempo Bogdan disfruta seguir su pasion que es viajar. Sobre todo como mochilero y lo que mas le gusta es hacer dedo y viajar las noches con camioneros, a donde lo lleve el destino. Son estos los que tienen las mejores historias y los corazones mas abiertos.
Y Huracan? Bueno, en febrero volvio de un viaje por Brasil Uruguay y Argentina. De Argentina, sobre todo de Buenos Aires, es una enciclopedia andante. Me nombró barrios de la ciudad, cada cual con su cancha de futbol que yo ni conocía. Se conoce todos los himnos de las hinchadas y estuvo en varias canchas infiltrado o invitado por algunas barras bravas. Ha leido mas Borges y Sabato que yo y conoce muchas de sus novelas. En fin, fue una leccion de arrabal.
Me llevo con su bicicleta a racorrer las playas y As pude descubrir playas virgenes que sin haber sido por el jamas hubiese descubierto.
Obvio que el pequeño break paso a ser todo el dia y una noche. Por la noche el padre nos sirvió un asado y lo compartimos con otros 3 simpáticos couchsurfer de Holanda, que estaban de paso con destino la China, pero en Auto. He aquí el blog de ellos.
Al día siguiente tuve que negar energicamente la Invitation de quedarme un dias mas, pero bueno, acepte aun una buena “Ciorba” para el almuerzo cocinada por su mamá y muy a pesar mio, partir para mi viaje.
Así es como la vida te da sorpresas, y viajando, encontrando y despidiendo dicen que se hace fuerte el corazón. El de esta gente que me hospitó ya lo es, también sin viajar.
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